Le tenía miedo al rechazo colectivo... A la burla despiadada, a la crítica chaquetera. Por eso me pongo el parche de entrada. Sólo quiero levantar la voz. Aguda y penetrante, como dice un amigo por ahí... Perturbadoramente anárquica, como dice otro...
Quisiera mandarme un manifiesto como el de Virginie Despentes: "Escribo para las putas, para los olvidados, los que fueron a parar a la cárcel". Aunque en realidad, preferiría decir que escribo sólo para mí y esa manga de idiotas narcisistas que me acompaña en cada viaje.
Vivir se hace un episodio engorroso y explicarlo, aún más. No libera fantasmas, ni manifiesta opciones. Es sólo el pajeo constante de quien elige gastar su tiempo en sí mismo. Al menos eso pasa conmigo. Entre emborracharme, drogarme o estirar las manos, elijo escribir. Si es drogada o borracha, también.
No le temo al desnudo, tengo algo de exhibicionista aunque prefiero el voyeurismo.

Tengo la mezcla del que escucha a Sepultura, Siniestro Total, los Angeles Negros y Spinetta. Soy punk, tan punk como Syd y Nancy, tan punk como Joe Ramone e Ida María. Y tengo el culo grande... Bien grande.

Cuando era chica, me molestaban en el colegio y me daba vergüenza. Este país de mierda siempre te acompleja. Pero tuve la suerte de crecer lejos de esta cárcel de cordillera y mar. Y me dí cuenta que mi culo vale más que las propinas de Farkas. Y lo disfruto tanto como pertenecer al mundo real y cibernético al mismo tiempo, tanto como tomarme fotos con mis hijas o comer papas a la huancaína.

Ahhh y me enamoro de cosas simples. Me enamora una sopa rica, una sonrisa, unos ojos brillantes, una buena charla, un paseo.... Ah y la música! la música es mi vida. Quiero alguien que me contenga y no alguien que me mantenga.

Tengo mucha suerte, soy bipolar. Hoy quiero tener un blog, mañana no tengo idea.

¿Vamos a cazar fantasmas, recuerdos percudidos y añoranzas épicas? Si se frena el Tagadá, la tarde se vuelve gris... Vamos por ese vértigo!!!

viernes, 24 de junio de 2011

el Nobel no sirve Parra nada

Ayer el dueño de la librería decía "quiero que parra gane el nobel y comienzo mi campaña otra vez". Puta el tipo persistente, una década con la misma historia ya casi se parece a Lavin y su candidatura presidencial.
Parra jamás ganará el Nobel. No tiene constancia, no tiene consistencia y no tiene nada de lo que se requiere en la lujosa academia que lleva el nombre de un tipo que para expiar sus culpas donó los millones ganados con la guerra para entregar diplomas, medallas y lucas a quienes represente la paz, la intelectualidad y la sabiduría por sobre el promedio.
Le debemos a Alfred Nobel el invento maravilloso del detonador de nitroglicerina, una de las fábricas de armamento más grande de Europa del 1800, la invención de la dinamita y una serie de tremendos descubrimientos bélicos. No se puede confiar en un premio con tremendo currículo de su gestor.
Por otro lado, Parra tiene una irreverencia que con los años se ha sobrevalorado. Lo conocí cuando era pareja de una amiga mía, cincuenta años menor. Admirable. Pasamos algunos fines de semana en la playa, en su casa de Las Cruces. Conversaba con mi hija, tomábamos té y nos reíamos del reloj y la cadena del baño.
Mi amiga y él se separaron y con ello vinieron algunas diferencias, una nota en Qué Pasa hablando de las mujeres del antipoeta, una poética respuesta en El Mercurio... Y se acabaron las conversaciones.
En esa época conocí a Sun Axelsson, una de las novias suecas de Parra que escribió un libro desgarrador pero exorcisante sobre sus años en Chile. Y créanme que cualquier libro de Corin Tellado es menos truculento que los relatos de la escritora.
La mujer con los años se volvió una eminencia y hoy es parte del comité de selección de autores al Nobel. Todavía admira a Parra con la enfermiza desesperación de una amante despechada cuyo dolor inspiró su obra.
Curiosamente, es ella una de las principales promotoras del Nobel para el antipoeta. Pero no lo ha logrado "le falta publicar más libros. Tener constancia", dijo alguna vez.
Se lo dije al librero. Por supuesto el muy imbécil se burló de mi.