Le tenía miedo al rechazo colectivo... A la burla despiadada, a la crítica chaquetera. Por eso me pongo el parche de entrada. Sólo quiero levantar la voz. Aguda y penetrante, como dice un amigo por ahí... Perturbadoramente anárquica, como dice otro...
Quisiera mandarme un manifiesto como el de Virginie Despentes: "Escribo para las putas, para los olvidados, los que fueron a parar a la cárcel". Aunque en realidad, preferiría decir que escribo sólo para mí y esa manga de idiotas narcisistas que me acompaña en cada viaje.
Vivir se hace un episodio engorroso y explicarlo, aún más. No libera fantasmas, ni manifiesta opciones. Es sólo el pajeo constante de quien elige gastar su tiempo en sí mismo. Al menos eso pasa conmigo. Entre emborracharme, drogarme o estirar las manos, elijo escribir. Si es drogada o borracha, también.
No le temo al desnudo, tengo algo de exhibicionista aunque prefiero el voyeurismo.

Tengo la mezcla del que escucha a Sepultura, Siniestro Total, los Angeles Negros y Spinetta. Soy punk, tan punk como Syd y Nancy, tan punk como Joe Ramone e Ida María. Y tengo el culo grande... Bien grande.

Cuando era chica, me molestaban en el colegio y me daba vergüenza. Este país de mierda siempre te acompleja. Pero tuve la suerte de crecer lejos de esta cárcel de cordillera y mar. Y me dí cuenta que mi culo vale más que las propinas de Farkas. Y lo disfruto tanto como pertenecer al mundo real y cibernético al mismo tiempo, tanto como tomarme fotos con mis hijas o comer papas a la huancaína.

Ahhh y me enamoro de cosas simples. Me enamora una sopa rica, una sonrisa, unos ojos brillantes, una buena charla, un paseo.... Ah y la música! la música es mi vida. Quiero alguien que me contenga y no alguien que me mantenga.

Tengo mucha suerte, soy bipolar. Hoy quiero tener un blog, mañana no tengo idea.

¿Vamos a cazar fantasmas, recuerdos percudidos y añoranzas épicas? Si se frena el Tagadá, la tarde se vuelve gris... Vamos por ese vértigo!!!

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El Jesús que murió en diciembre

No era ni tan viejo ni tan joven. Tenía unos ojos vívidos. Trabajaba en lo Valledor como cargador y así se ganaba las monedas para mantener a su tremenda familia, entre ellos mi precioso Sebita, un pequeñito autista que me robó el corazón cuando le enseñé a usar una cámara de fotos. El Jesús no murió en el incendio, tuvo tiempo incluso para llamar a su mamá y decirle que se quemaba la cárcel. Pero al salir de ahí, sufrió las consecuencias de múltiples quemaduras y nos dejó poco antes de las ocho de la mañana.
El Jésu, como le decían en La Vicky, cayó preso porque no le sobraban las lucas para pagar una multa de 3utm que le pusieron por andar borracho en la calle. Y pagó con cárcel.
Y claro, al chiquillo le venía bien cualquier cosa con más de 5° de alcohol. Era buenazo pa empinarse un tinto, un pipeño, su chelita mañanera y lo que cayera. Pero se descrestaba de lunes a lunes cargando sacos de papas para poder mantener a su mamá, su mujer, sus hijos, su hermana, la hija de su hermana y al pequeño Sebi. Le habría salido más fácil vivir como los vecinos, cargado a la cadena de oro y al bling bling, con zapatillas de 50 lucas, autos de 7 palos y vendiendo falopa en la esquina de 30 con Cardenal Caro.
Pero el Jésu siempre le enseñó a sus hijos que la falopa envenenaba los sueños y el copete los ahogaba.
Cuando comencé mi taller de fotografía en La Victoria, me dediqué a trabajar con niños autistas y down para que no fueran soldados de los narcos. Primero me acogió un colegio y luego una iglesia evangélica. Trabajé con hijos de traficantes, con hijos de ladrones, con hijos de adictos y descubrí en cada una de esas miradas un mundo lleno de fantasía, un universo paralelo donde todo se ve más lindo.
Los autistas tienen rutinas tan necesarias como respirar. El Sebi, todas las mañanas se levantaba, corría a pata pelá a la cama de su hermano y lo despertaba para que lo sacara a andar en bici por Ramona Parra... Hace dos meses que no andaba en bici, porque sólo le gusta salir con su hermano preso, el mismo que pagaba su condena de tres meses en la cárcel de San Miguel sin ser un delincuente. Todo por 3 UTM.